sábado, 10 de abril de 2021

Capítulo siete

CAPÍTULO SIETE. 

 

DE LA CARTA DE RITA A SUS PADRES CON FECHA 7 DE FEBRERO DE 1973.

Querido papi, querida mami: Quisiera poder decirles que estoy bien, pero no es verdad, no tengo ni siguiera con quien quejarme de mi suerte, así que tienen que perdonarme que los atormente con mis lamentos. ¡Cuánto necesito que estén conmigo! Camilo sigue ciego y sordo. Yo le he jurado por mis hijos, como se los juro a ustedes, que no le he sido infiel, pero él no quiere saber de razón alguna. Sé que ustedes, sobretodo, tú, mami, me van a criticar, pero Camilo es el único hombre que yo he querido y no estoy dispuesta a perderlo así como así. Cada vez que lo veo, me pongo a llorar y a rogarle que vuelva para su hogar. El dice que si sigo con la misma majadería, va a tener que dejar de venir a la casa; yo sé que mi comportamiento afecta a los niños, pero es que también por ellos es que lo hago. Camilo Ernesto comprende más la situación y con lo cariñoso que era, se ha vuelto agresivo y se me está orinando de nuevo en la cama. Alberto Raúl, que por su edad fuera de pensar que no se percata de lo que ocurre, se ha vuelto inapetente, la seño del Círculo me dice que lo nota triste, y hasta se ha puesto flaquito, pero a Camilo no le importa nada de esto. Para él primero está el prestigio, el puñetero carné de militante y la mala intención de sabrá quién que inventó esta calumnia para destruir mi felicidad (...) Tienen que venir. Los necesito mucho. Yo sola no puedo con un trabajo, una casa y dos niños. Estoy desesperada nada más de pensar que uno de ellos se me enferme y lo tenga que ingresar en el hospital. Quizás si ustedes hablaran con Camilo, él se decidiría a volver conmigo (...) Yo no tengo hermanos ni nadie más en este mundo que ustedes. Tía Coca y tío Andrés viven en La Habana, y con los parientes de aquí no puedo contar (...)

 

 

NOTA SIN FECHA DE RITA A CAMILO ALBERTO, PRESUMIBLEMENTE DE MARZO O ABRIL DE 1973.

Camilo: Voy a tener que dar órdenes en el Círculo Infantil para que no te entreguen más a los niños. Si los quieres seguir recogiendo algunos días, tienes que traerlos para la casa y jugar aquí con ellos, pero no puedes alterarle sus horarios de vida. Mira ayer a qué hora te viniste a aparecer con los niños, y no quieres ni que yo te diga nada ni te hable. Después te vas y los dejas alterados y llorando, y soy yo quien se tiene que quedar con el problema. Si tanto los quieres, ya sabes lo que tendrías que hacer, pero me doy cuenta de que tú lo que no tienes son pantalones para enfrentarte a las malas lenguas que sólo han querido hacerte daño, pero ya te pesara, pues yo no estoy dispuesta a seguir soportando esta situación. Quédate con tu prestigio, tu militancia y tu honor, pero no vengas a afectar a mis hijos más de lo que has hecho ya. Cuando quieras verlos, ven a la casa. Rita.

 

 

 

DE LA CARTA DE RITA A SUS PADRES CON FECHA 6 DE JUNIO DE 1973.

Queridos papi y mami: Acabo de recibir la carta de ustedes del 20 de mayo. Por lo rápido que me llegó y el sello cubano que trae el sobre, sé que la mandaron con alguien que venía para acá. Pensé que me traía buenas noticias, pero ya veo que le siguen dando largas al asunto. Perdónenme que se los diga, pero me han defraudado mucho, pues para ustedes también es más importante el trabajo y las responsabilidades con la Revolución que las obligaciones que debían tener para conmigo. Yo sigo sola y pasando la de Caín. Tía Coca está viniendo todos los meses, pero sólo se puede pasar conmigo una semana o a lo sumo diez días. Verdad es que me ayuda mucho y me sirve de consuelo, pero no puede estar aquí todo el tiempo y dejar su casa y a tío Andrés (...) Está bien que papi no pueda dejar de momento los negocios de su trabajo, pero por qué mami no puede venir antes (...) Tía Coca me sugirió que le propusiera a ustedes mudarnos para La Habana, pues así ella me podría ayudar más. Necesito saber qué creen ustedes de eso. Pienso que cuando regresen, por lo menos a papi le propongan trabajo en el Ministerio, y ya tendrían casa en la capital. Si mami vienes antes, puede ocuparse de la permuta y escoger la casa o el apartamento que más le guste (...) Yo no quisiera alejarme de Camilo, sé que él me quiere y mantengo la esperanza de que todo se va a arreglar, pero también pienso que quizás viviendo en La Habana, a él le sea menos difícil volver conmigo (...)

 

 

DE LA CARTA DE RITA A SU COMPAÑERA DE ESTUDIOS, JULIETA LORENS, CON FECHA 20 DE JUNIO DE 1973.

Querida Fefé: Ya veo que no te olvidas de mí. Recibí tu telegrama por mi cumpleaños y te juro que fue lo único agradable de ese día. Papi y mami me llamaron muy temprano, según ellos para felicitarme, pero en realidad creo que fue para decirme que no vaya a permutar la casa para La Habana como te conté que les había propuesto (...) Decididamente, mami no viene hasta que papi no termine el tiempo establecido en su misión en Francia, así que seguiré sola todo un año más. Podrás imaginarte cómo me cayó esta noticia, terminé la llamada llorando y casi que les colgué el teléfono. Mami lo único que sabe decir es que lo que han hecho y lo que van a hacer, es por mí y por los niños, cuando lo que yo necesito es que ellos estén aquí conmigo (...) Ese día también me sirvió para acabar de entender de una vez y por todas de que Camilo no va a volver conmigo. Yo estaba muy ilusionada, pues en los últimos meses ya no discutíamos y nos relacionábamos normalmente; él estaba viniendo dos o tres veces a la semana a llevar a los hijos al Círculo. Verdad es que no entraba a la casa y evitaba que lo vieran hablando conmigo, y yo de estúpida pensando que era para no dar pie a comentarios, se lo aceptaba para no violentar la situación. El día de mi cumpleaños vino temprano y contrario a lo que siempre había hecho, se bajó del jeep y entró para darle a los muchachos los regalos que les había comprado para mí, me felicitó, me dio un beso en la cara y dijo que volvería de nuevo por la tarde. De más está decirte que preparé una comidita de lo más rica para invitarlo a comer, me vestí bonito y me unté de un perfume que él me había regalado un Día de los Enamorados. Cuando llegó, me puse de lo más zalamera, pero todo terminó, como es él de tajante, en una conversación que me hizo sentir tan humillada y ridícula que estuve llorando hasta la medianoche, pero remedio santo, tú sabes cómo yo soy, y te juro que es la última vez que lloro por Camilo Alberto Ramos (...)

 

 

DE LA CARTA DE LIZ BALIÑO A RITA CON FECHA 27 DE JULIO DE 1973.

Queridita mía: ¡No tienes ni idea lo presente que te tengo en mi pensamiento las veinticuatro horas del día! ¡Cuánto quisiera estar contigo!, pero, mi amorcito, tienes que comprender que por ahora no es posible. No, yo sé que no puedes entender mi imposibilidad de correr a tu lado como yo también lo deseara, pero tengo la fe ciega de que todo saldrá como tu padre y yo lo hemos planeado, y entonces, cuando estemos juntos de nuevo, nos perdonarás y sabrás de la tensión conque hemos vivido todo este tiempo. Cumpliendo esta tarea de la Revolución, es como único podremos realizar todo lo que hemos soñado para el futuro, y lo hacemos por ti y por los niños. Tanto a nosotros como a ti nos quedan etapas duras que vencer, pero tienes que ser fuerte, poner de tu parte y resistir hasta el final. Ahora tienes que estar sola, pero ya a partir de la primavera del próximo año, cuando podamos viajar, en cualquier momento estaremos juntos de nuevo, y entonces hablaremos y sabrás de todo lo que hemos sufrido. Pero no te escribo para atormentarte más de lo que puedas estar; sólo te digo, confía en tu padre y en mí y ten presente que todo lo que te llegue de nosotros, será por tu bien. Nunca lo rechaces. ¿Recuerdas tu anillito de los quince? No sé cómo esta vez vino entre mis cosas, pero me ha servido de mucho consuelo tenerlo conmigo. Le hablo como si te hablara a ti y estoy segura de que con él, en cualquier momento te llegara mi voz (...) Camilo, como ya te comenté, nos escribió una carta recién ocurrido ese desagradable incidente en tu matrimonio para explicarnos todas sus razones y puntos de vista y asegurarnos que él se ocupará de ti y de los niños como siempre para que no les falte nada. Nosotros le contestamos muy "diplomáticamente" diciéndole que lamentábamos mucho lo ocurrido, que no teníamos nada en su contra, pues entendíamos las razones que lo habían obligado a actuar así, y le pedíamos que analizara bien la situación para que lo que en definitiva determinara, fuera lo mejor para todos. Ahora nos volvió a escribir con las mismas explicaciones, los mismos razonamientos, las mismas justificaciones y las mismas promesas. Yo no sé cómo ustedes los psicólogos le llamaran a eso, pero en el mundo de la diplomacia y de los negocios se les dice "chanceler vacillant". Tal vez , tú todavía no estés en condiciones de entender esto que te voy a decir, pero, mi amorcito, espero que alguna vez lo comprendas. Ni tu padre ni yo hubiéramos querido que ustedes se hubieran separado, pero ya que el destino lo quiso así, nos alegramos. Camilo es un perdedor. Los hombres, como dijo Marti, se dividen en dos bandos: los que luchan y los que nacen derrotados[1], y, mi vidita, tu exmarido   es uno de estos últimos. Tu padre y yo tenemos muchos planes para el futuro, para ti y para los niños, y nos parece que Camilo no encaja en ellos, y que sólo nos iba a servir de estorbo. Así que como dicen los franceses, "souicer comme de l'an quarante". El autor de esta novela...¡Ay!, ¿cómo es que se llama?...Bueno, no importa. Lo que te iba a comentar es que no pudo hacer mejor selección de su personaje protagónico para un  melodrama con un  titulo tan  sugerente  como  Brizna al viento,  así que  si  lo  ves, felicítalo de mi parte, porque Camilo no es más que un "paysan volatile" que cada quien sacude a su gusto (...) Aquí hemos tenido unos días de mucho trabajo organizando la fiesta de la embajada por el 26 de Julio, y sólo quiero comentarte que este año tenemos un verano muy bello. Cuando me paro delante de la ventana, por el día veo las flores del boulevar Saint‑Germain y por las noches, sus miles de luces. Desde donde estoy sentada, se distingue por encima de otros muchos edifi­cios, la punta de la Torre Eiffel (...) La recepción fue en la Maison de L'Amérique Latine, cerca de casa. Por Cuba habló nuestro Juan Marinello que se encuentra en París como delega­do permanente en la UNESCO. Vinieron embajadores y funciona­rios de todas las misiones diplomáticas de los países hermanos del campo socialista, de Perú y de Chile, represen­tantes de movimientos de liberación de diferentes partes del mundo, artistas, periodistas y escritores amigos de Cuba, en fin... Fue un verdadero acto de solidaridad con nuestro país (...) ¡Qué contarte de vestidos y perfumes! (...) A mí se me saltaron las lágrimas cuando cantábamos el Himno Nacional (...) En la próxima te voy a mandar algunas fotos para que veas lo elegante que me vestí (...) Enardecido nuestro ánimo revolucionario con el acto de ayer, termino esta carta como debe haber terminado su discurso en el acto del 26 de Julio nuestro Comandante en Jefe en la Plaza de la Revolución. "Patria o muerte. Venceremos" (de eso puedes estar segura, hijita: ¡venceremos!) (...)

 

 

TEXTO DEL CABLE SIN FIRMA RECIBIDO POR RITA DESDE SANTIAGO DE CHILE EL 2 DE ENERO DE 1974 Y QUE DEVOLVIO AL CORREO POR CREER QUE SE TRATABA DE UN ERROR.

Todo bien. Feliz Año Nuevo. Espera noticias nuestras.

 

 

NOTA SIN FECHA DE LA SECRETARIA DEL DIRECTOR DEL PUESTO DE MANDO DE LA GANADERIA DEL REGIONAL SAGUA PARA CAMILO.

Llamaron de la Dirección Provincial de Salud Pública para decirte de parte de Rita que tienes que recoger a los niños en el Círculo y hacerte cargo de ellos, pues fueron unos compañeros de Seguridad del Estado y le pidieron que los acompañara, que le aclararon que no se la llevaban detenida, que sólo necesitaban hablar con ella y hacerle algunas preguntas, pero que Rita se fue muy asustada.

 

 DEL INFORME DEL CASO RIERA ELABORADO POR EL DEPARTAMENTO DE LA SEGURIDAD DEL ESTADO CUBANO DE LA EMBAJADA DE CUBA EN FRANCIA.

Con respecto a los acontecimientos del robo de cuarenta mil dólares propiedad del Estado Cubano y de la traición de los ciudadanos doctor Enrique Riera Matienzo, representante comercial del Ministerio de Salud Pública de Cuba en Europa del Este, y Elizabeth Baliño Cascorro, Jefa de Servicio de la Embajada Cubana en Francia, los mismos sucedieron como a continuación se detalla. En la conformación del plan que se trazaban, alrededor del mes de octubre de 1971, después de regresar de sus vacaciones en Cuba, los traidores establecieron los primeros contactos con (...) de la Embajada de (...) en Francia y agente al servicio de la CIA, quien al ser puesto en conocimiento de lo que pretendían Riera y su esposa, les sugirió esperar por un acontecimiento que en cualquier momento sucedería en el ámbito latinoamericano y que facilitaría el llevar a efecto sus propósitos. Al producirse en septiembre de 1972 el golpe de estado en Chile, se consideró que este país, bajo la dictadura de Augusto Pinochet, era donde menos éxito tendría una solicitud de extradición hecha por el Gobierno Cubano, por lo que (...) gestiona el caso con el (...) de la nueva misión diplomática de la Embajada Chilena en Francia. El posible traslado a un banco chileno del dinero del que se apropiarían Riera y su esposa y la solicitud de asilo político de estos, fueron consultados al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, el que inicialmente rechazó la propuesta por considerar la dictadura pinochetista inconveniente  un posible litigio con el Gobierno Revolucionario Cubano en ese momento. Posiblemente la posición de Cuba con respecto a los exiliados chilenos, determinó un cambio de actitud oficial para los presuntos desertores cubanos, y en diciembre de 1972, el (...) de la Embajada Chilena, le comunicó al agente de la CIA mediador en el caso, (...), la disposición del Gobierno Chileno de ofrecerle asilo político en el momento que el matrimonio disidente lo solicitaran. Anteriormente, Enrique Riera había venido intentando poder manejar unipersonalmente la cuenta bancaria que poseía con los fondos para sus transacciones comerciales, ya que como una medida de control, esta sólo podía ser operada por la firma del Agregado Comercial de la Embajada Cubana en Francia conjuntamente con la de él. Estimulado por el ofrecimiento de asilo político en Chile y conoce­dor de las próximas vacaciones de fin de año del Agregado Comercial de la Embajada Cubana, compañero (...), demora los trámites de una muy ventajosa compra de módulos quirúrgicos, y el 16 de diciembre, el mismo día que (...) sale de viajes con su esposa para Grecia, lo llama a su casa para plantearle que debe permanecer en París para los trámites bancarios de la operación. Ante tal inconveniente para sus planes, (...), en una actitud facilista y acomodaticia, contraria al espíritu de lucha de sacrificio de nuestro pueblo, acepta como válida la idea de otorgarle a Elizabeth Baliño, en su condi­ción de trabajadora de la Embajada de Cuba y personal de toda confianza, un poder para que lo represente en el banco durante sus vacaciones. Camino al aeropuerto, (...) acompaña a Enrique Riera y a su esposa y firma el documento que unos días después le permitirá a este matrimonio pagar a la Compañía (...) que le vendía los módulos quirúrgicos y, en la misma operación de pago, para no levantar sospechas, extraer cuarenta mil dólares que depositan en una cuenta personal en el Banco (...) con transferencia para la casa matriz en Santiago del Banco Nacional de Chile. El 30 de diciembre, en la fiesta por fin de año en la Embajada Cubana, anuncian que pasaran parte de sus pospuesta vacaciones de Navidad en Normandía, y al día siguiente toman el tren París‑Caen en la  estación de Montparnasse con boletos para Cabourg, pero se bajan en la primera parada de este en Nantes La Jolie, toman un taxi que los regresa a París, y de ahí se dirigen al aeropuerto de Orly donde toman un avión de la Air France con destino a Chile.

 

 

TEXTO DE LA TARJETA CON FECHA 20 DE ENERO DE 1974 QUE NINA SOLÍS LE ENVIARA A RITA A TRAVES DE UN MIEMBRO DE LA IGLESIA PRESBITERIANA DE SANTA CLARA.

Querida hija: Dios quiera que al recibo de esta te encuentres bien. Sé que estás viviendo unos momentos muy difíciles, pero toda la familia ora por ti y por tus hijos y le ruega al Señor que nos ofrezca la posibilidad de ayudarlos. Estas letras mías, que también suscriben mi esposo y mi hijo Gustavo, no deben extrañarte, pues siempre hemos estado pendiente de ustedes y, aunque no lo creas, he visto fotos tuyas y de mis nietos, y si antes no te había escrito, era porque temíamos que ello te pudiera ocasionar dificultades. Tienes que considerarnos parte de tu familia, y si hasta ahora no tenías noticias nuestras y de otros seres queridos que también evitan comunicarse contigo para no crearte problemas, debes saber que todos estamos bien, pensando en ti y en los niños y rezando, rezando mucho.

 

INFORME DEL DEPARTAMENTO DE SEGURIDAD DEL ESTADO DE LAS VILLAS CON RESPECTO A LA SALIDA ILEGAL DEL PAIS DE RITA RIERA BALINO CON SUS MENORES HIJOS DE CAMILO ALBERTO RAMOS SOLÍS.

Aproximadamente a las 23:00 horas del día 3 de abril de 1974, después de atravesar el Trópico de Cáncer por el meridiano ochenta, entró a aguas territoriales cubanas una lancha de cinco metros con motor fuera de borda procedente de los Estados Unidos, de donde había salido a las 18:00 horas de ese propio día de la Miamarina, en la Bayside, cerca del puerto de Miami, conducida por los ciudadanos de origen cubano y residentes en esa ciudad, Gustavo Ramos Solís y Ciro Miranda Carballo, conocido por Delfín, quien en negocios ilícitos con mister Louis Patterson, Jefe del Servicio de Guardafronteras del Estado de la Florida y miembro de la CIA, se dedica a sacar ilegalmente de Cuba a personas desafectas con la Revolución. Estos sujetos, evitando el encuentro con lanchas Guardafronteras cubanas sortearon por entre los Cayos Dromedarios, al norte de la provincia de Las Villas, hasta llegar a Cayo Vaca, el que circunavegaron por el sur hasta el Canal Ubero para desembarcar, ya en la isla de Cuba, cerca de la playa de igual nombre. Después de esconder la embarcación entre los mangles, Miranda Carballo permanece oculto cerca del lugar, mientras que Ramos Solís, simulando ser un pescador aficionado que había estado pescando la noches anterior, va hasta el caserío de la playa a tomar la primera guagua que a las 06:15 horas sale con destino a Sagua la Grande. Ya en esa ciudad, se dirige a la calle Carmen Rivalta entre Lam y Rodrigo Prats y penetra por la entrada del fondo de la casa del connotado desafecto de la Revolución, doctor Claudio Manuel Pulido Castillo, lugar donde deja los avíos de pesca y se cambia de ropa. Unos minutos más tarde abandona esta vivienda por su entrada principal por la calle Solís número 179. Camina hasta la terminal de ómnibus y se embarca con destino a Santa Clara en el carro de las 09:35 horas. Llega a la capital de la provincia a las 11:10 horas, compra el periódico Granma y una revista URSS en el estanquillo de la calle Amparo y baja por esta hasta Independencia para tomar una guagua local de la ruta dos que lo lleva hasta el barrio de La Vigía. Se baja en una parada antes del antiguo Cuartel de Caballitos y camina por la calle 5ta. hasta J y por esta, hasta salir a la Doble Vía, caminando en el mismo sentido del tránsito de la senda derecha de la avenida, cruza por delante del chalet de Rita Riera Baliño, y sin detenerse, continúa hasta la siguiente esquina. Le da la vuelta a la manzana y cuando pasa por segunda vez frente a esta casa, abre la verja del jardín, sube los escalones que lo conducen al portal y toca el timbre de la entrada. Cuando Rita le abre, para lograr que esta le franquee la puerta, le dice que viene de La Habana de parte de sus tíos Coca y  Andrés[2]. Ya dentro de la casa, Gustavo Ramos Solís se identifica y le entrega a Rita el anillo de sus quince y una nota de puño y letra de Liz Baliño en la que aparece escrito el siguiente texto: "Una vez te dije que tu anillo me serviría para hablarte. Oye ahora mi voz". Puestos de acuerdo, y después de darle todas las instrucciones necesarias, Ramos Solís abandona la casa y, evitando siempre las calles más concurridas, se dirige al domicilio de Lino Ramón Moya Corcho, conocido por Tato, sita en Barcelona número 13 entre Paseo de la Paz y Alemán (a un costado frente a la Quinta de Dieguito) y allí permanece toda la tarde hasta cerca de las 17:00 horas que sale en compañía de Moya Corcho en el carro de este, un Odsmovile azul del año cincuenta y dos, para recoger a la hora prevista a Rita Riera Baliño con sus dos menores hijos en la parada de la guagua de Carretera Central y 9na., en La Vigía. Efectuada la recogida, buscan la intercepción de la Circunvalación y toman por ella hasta la Carretera de Maleza. Salen del perímetro urbano de Santa Clara a las 17:40 horas. A las 18:25 horas se detienen en el poblado de Encrucijada y comen en el restaurante Moscú gracias a los contactos que allí tiene Moya Corcho con el capitán de dicho centro gastronómico, Raimundo Sánchez de Juan, conocido por El Nene. Continúan viaje hasta Calabazar y de allí, por la carretera de Viana, hasta encontrar el entronque con el camino a la Playa Piñón. Pasadas las 20:00 horas se detienen un kilómetro antes del caserío de esta y esperan unos instantes para que Miranda Carbalo salga de la maleza y se les una. Le pagan a Moya Corcho lo acordado y, ocultos por la vegetación, Rita Riera Baliños, Ramos Solís y Miranda Carballo, cargando cada uno de los hombres uno de los niños dormidos por un somníferos, emprenden la marcha rumbo al lugar donde permanece escondida la lancha. A las 21:15 horas abordan la embarcación y ponen proa a los Cayos del Pajonal, sitio donde sin desembarcar, y en espera de que pasara la patrullera, permanecieron escondidos hasta la hora 03:00 del día ya 4 de abril que salieron con rumbo norte‑noroeste hacia la península de la Florida. Cerca de la hora 07:00, y al sur de Key Largo, fueron divisados por un guardacostas norteamericano que los patrulló hasta los muelles de la dársena de Miami de donde habían salido.

 

DE LA CARTA DE CAMILO ALBERTO RAMOS SOLÍS AL MINISTRO DE JUSTICIA DE CUBA CON FECHA 15 DE ABRIL DE 1974.

Estimado compañero: El que suscribe, Camilo Alberto Ramos Solís, Médico Veterinario (...), militante del Partido Comunista de Cuba y residente (...), acude a usted por haber sido víctima de uno de los más atroces crímenes que se pueda cometer contra un padre. (…)  Necesito que mi caso sea conocido públicamente y que a través del Ministerio de Justicia, pueda acudir a tribunales internacionales, asociaciones u organismos competentes con el ánimo de lograr que mis hijos sean devueltos inmediatamente al seno de su patria y al cuidado de su padre. En espera de su pronta atención, le saluda revolucionariamente...

 

 

 

TEXTO DEL CABLE DE NINA SOLÍS A SU HIJO CAMILO ALBERTO CON FECHA 23 DE ABRIL DE 1974.

Tus hijos están bien. Nosotros velaremos por ellos.

 

 

 

 

DE LA CARTA DEL JEFE DE DESPACHO DEL VICEMINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE CUBA PARA ASUNTOS DE PAISES DE AMERICA DEL NORTE A CAMILO ALBERTO RAMOS SOLÍS CON FECHA 6 DEJUNIO DE 1974.

Compañero: Por la presente queremos informarle que su caso ha sido (...) La Embajada de la República Socialista de Checoeslovaquia en Washington, representante de los intereses cubanos ante los Estados Unidos de Norteamérica, se ocupa de(...) Ante cualquier cambio en (...) le será comunicado de forma inmediata. Revolucionariamente (...)

 

 

DE LA CARTA DE RITA A SU TIOS COCA Y ANDRES CON FECHA 19 DE SEPTIEMBRE DE 1974.

Queridos tiítos: Para que vean que no me olvido de ustedes. ¿Qué día es hoy? Seguro que ocupados en estarse peleando ni se acordaron. ¡Feliz aniversario de bodas! ¿Cuántos años son? ¡Treinta y cuatro! Y pensar que Camilo y yo habíamos jurado estar juntos el mismo tiempo que ustedes. Pero bueno, no me voy a poner a hablar de cosas ya pasadas. Les escribo para contarles de mí y de los niños. Estamos muy bien. Camilo Ernesto comenzó en la escuela el día cuatro. Lo puse en una escuela hispana, y toda la familia me lo ha criticado mucho, pues consideran que debía aprender el inglés desde pequeño, pero yo pienso que ya tendrá tiempo para eso y que es importante que primero aprenda a leer y escribir en...(PALABRA ILEGIBLE. POR EL SENTIDO DE LA ORACION, PUDIERA SER "ESPAÑOL" O "SU IDIOMA"). A Alberto Raúl me lo cuidó la abuela paterna para que yo comenzara a trabajar, pero esta señora tiene un carácter que ni para qué les cuento y me los iba a traumatizar, así que con el primer sueldo, lo llevé a un... (PALABRA ILEGIBLE). Imagínense que hasta los nombres "comunistas" de mis hijos son mal vistos aquí, y para que no tengan problemas, me les están diciendo Camy y Albert. Yo tengo que revalidar el titulo para poder trabajar como psicóloga, pero no es nada fácil y cuesta bastante dinero, aunque me permiten trabajar como, lo que fuera en Cuba una trabajadora social, y estoy en un departamento federal de ayuda a grupos minoritarios (negros, hispanos, portorriqueños y cubanos). Ya estoy curada de espanto con las cosas que he visto, pero no se preocupen, pues mi trabajo es más burocrático y de...(PALABRA ILEGIBLE) que otra cosa y poco tengo que salir a la calle (...) Con papi y mami, como ya les he contado, sigo aún sin habernos podido encontrar. Como vienen de un tercer país y no directamente de Cuba, no los quieren considerar exiliados políticos, y la visa normal no tiene para cuándo solucionarse. En Chile no les va mal el negocio de...(PALABRA ILEGIBLE) que pusieron, pero su situación allí es muy inestable y los compinches de Pinochet los están exprimiendo todo lo que les da la gana amenazándolos con enviarlos para Cuba. Los pasajes para nosotros tres ir a Chile sale bien caro, y yo no dejo mis hijos solos aquí ni un día, así que decidimos esperar para encontrarnos cuando al fin papi y mami puedan entrar a los Estados Unidos. Por el momento sigo viviendo en casa de tía Lolita hasta que yo pueda alquilar un apartamentico. Lolita es la única de la familia de Camilo Alberto...(FRASE ILEGIBLE) y con la que me siento bien. De mi suegra, ya les he contado: una señora frustrada, de la que con toda mi psicología, no he logrado saber si en realidad quiere o no a Camilo, pero no obstante, convencida de que le fui infiel a su hijo, no me lo perdona. Mi suegro es un infeliz que no pinta ni da color y lo único que hace es trabajar como un esclavo y asentir a todo lo que dice su mujer. Y ya que me preguntaron, allá va eso. De Gustavo nunca hablo, porque es un psicópata. Yo le agradecía el haber secundado los planes de mis padres para sacarme de Cuba en los momentos de desesperación en que me encontraba, pues fue él quien lo organizó todo, y le admiraba el valor que demostró entrando clandestinamente a la isla y paseándose por Santa Clara donde tantas personas lo podían reconocer y denunciar a las autoridades, cuando tenía posibilidades de haberle pagado a alguien para que me fuera a buscar, pero ya hoy me he dado cuenta de que no tengo que agradecerle nada ni rendirle ningún respeto, pues sencillamente fueron sentimientos de venganza los que movieron sus acciones. ¡Qué odio le tiene este sujeto a su hermano!, y no me explico por qué, pues ni él mismo lo sabe. Lo que hizo, no fue por ayudarnos a mis hijos y a mí; sólo nos usó como instrumentos para hacerle daño a Camilo. Ya tuve unas palabras con él, y nos dijimos unas cuantas verdades, y no quiero saber más de esa bestia. Todo esto se lo cuento a ustedes, tiítos queridos, con la mayor discreción del mundo, así que ya lo saben: punto en boca, como me decían cuando yo era niña y me llevaban a hacer visitas (...) ¿Han visto a Camilo? Por favor, traten de comunicarse con él. Ustedes son la única vía que él tiene para saber de sus hijos, pero nunca les irá a pedir que le digan nada. No me explico que Camilo mantenga cerrada la casa y esté viviendo en un albergue. Yo temía que al estar divorciado, el gobierno se la quitara a pesar de que siempre tuvo allí su libreta de abastecimiento, pero ¿de qué ha servido que se la hayan dejado? (...) Yo sé que ustedes no tienen nada que perder, pero si mantener correspondencia conmigo, les puede perjudicar (yo sé cómo son las cosas ahí), chirrín‑chirrán; de lo contrario, escríbanme (...) Nunca se me podrá olvidar lo bueno que fueron conmigo (...) PD: En esta no les mando fotos, pues no me dicen si recibieron las que le mandé en la carta anterior, y mis hijos están muy lindos para que un "seguroso" cualquiera tire sus fotos para un cajón.

 

 

DE LA CARTA DE CAMILO ALBERTO RAMOS SOLÍS AL MINISTRO DEL INTERIOR DE CUBA CON FECHA 8 DE COTUBRE DE 1974.

Estimado compañero: Inspirado en el ejemplo del Che, es que me decido a hacerle

esta carta. (…) Ante el hecho de que mis hijos permanecen en los Estados Unidos sin esperanzas de que me sean devueltos legalmente, sólo veo la solución de que se me permita viajar a ese país para que de la misma forma en que me les fueron arrebatados, rescatarlos yo a ellos. Estoy dispuesto a convertirme  en un  agente secreto de la  Seguridad del Estado  para infiltrarme en las entrañas mismas del monstruo, cumplir las misiones que se me orienten por peligrosas que estas sean. (…) Rescatados mis hijos y trasladados a Cuba, ya nada personal me importa, pues sé que la Revolución se hará cargo de ellos, no les faltará nada material y les dará la verdadera educación comunista que yo aspiro para ellos (...) En espera de su respuesta, queda de usted revolucionariamente (...)

 

 

 

CARTA DE RITA A CAMILO ALBERTO CON FECHA 18 DE ENERO DE 1975[3].

Querido Camilo: Hace tiempo que quería escribirte, pero me había faltado el valor para hacerlo ni tenía idea de qué era en realidad lo que tendría que decirte. Ahora no es que tenga ya la fuerza necesaria, pues hasta la mano me tiembla haciendo esta carta, ni mucho menos sepa cuáles son mis sentimientos, pero hoy que cumples tus treinta años, he pensado muy especialmente en ti ‑ en nosotros ‑, me consume la nostalgia, el remordimiento y la añoranza y sé que no puedo dilatar un minuto más mi carta. Conociéndote como te conozco, temo que la rompas sin abrir ni el sobre, y siendo yo tan atea, ni siguiera puedo pedirle a Dios que leas esta carta; me limito entonces a desearlo fuertemente con la esperanza de que la energía de mi mente llegue hasta ti y hagas que desdobles este papel, pues yo estoy desdoblando en él mi corazón.  Los niños  están bien.  A  Camilo Ernesto  le ha  hecho  mucho  daño la separación, pregunta mucho por su papá y se ha tornado un niño introvertido y triste. Pienso que le habla de ti  a  Alberto Raúl,  pues este,  tan pequeñito,  no tiene por qué  acordarse  y sin embargo, expresa a su manera  los mismos recuerdos  de su hermano. Es como si Camilín creyera que la única forma de salvarte para sí, es logrando que la endeble imagen que su hermano tiene de ti, no se le pierda, y la alimenta y cultiva en secreto, pero como la misma tenacidad tuya. Yo siempre que puedo, hago como le hacías tú y los llevo a mi cama un rato antes de dormir, entonces hablamos de ti, de la casa, del Círculo, de sus amiguitos y de Cuba. Hoy cuando nos levantamos, lo primero que hicimos, bien bajito para que sólo tú lo oyeras, fue cantarte "Felicidades, papá en tu día..." Tienes que perdonarme el no haberte sido nunca infiel (ni antes ni ahora), pues de haber sido así, toda esta pesadilla, todo este destrozo de nuestras vidas estuviera justificado y, al menos yo, no tuviera de qué quejarme ni lamentarme, pero hemos sido víctimas de la maledicencia, de la envidia y de nuestra propia inmadurez. Éramos felices. Tú, romántico y soñador, construyendo una nueva sociedad de justicia e igualdad: el mundo del futuro; y satisfaciendo por primera vez en tu vida, el deseo de tener la familia que siempre te faltó. Ocho hijos querías, y yo, niña eterna, estaba dispuesta a parírtelos, pues precisamente ese fue el número de muñecas que llegué a tener en mi verdadera infancia. Unica e hija de "papá y mamá", nunca me preocupé de la existencia más allá de sentirme protegida y segura. Pérez tuvo razón en dos cosas que, por contradictorias, él no supo comprender. Rigoberto, de alguna manera, estaba enamorado de mí, y, de alguna manera, aunque quizás ni él mismo lo sepa, debe ser homosexual. Conmigo se sentía bien, precisamente porque no tenía el compromiso, ni muchísimo menos, el acoso sexual que podría tener con otras mujeres; "ciertas sospechas" que pudieran levantar nuestra íntima amistad, le salvaban un poco el prestigio de macho que necesitaba para sobrevivir en un medio hostil y dogmático como el de Cuba, pero es que además, mis hijos le hacían sentirse bien en su frustrado rol de padre (y también, ¿por qué no?, en el de madre); y yo me divertía en el juego, pues mi patológica inocencia nunca me dejó analizar que semejante relación pudiera perjudicar nuestro matrimonio, mas de pronto, el ataque vino hacia ti, y te comportaste a la altura de un hombre de tu tiempo y de tu medio (recuerda que Marx dijo que le hombre piensa como vive), y sordo al más mínimo destello de sentimiento individual que pudiera brotar en ti, fuiste radical y cruel conmigo, con tus hijos y contigo mismo. Sin ti, sin que mis padres, como me tenían acostumbrada, acudieran a mis reclamos de niña indefensa, y por último, la certeza de que nunca llegarían a mi lado, me cegaron y acepté irme en busca de protección sin pensar entonces yo, el daño que ello representaría para nosotros. Como ves, los dos ‑ tú y yo ‑, somos culpables del mismo delito de miedo. Pero no es hora de lamentos. Basta ya de quejarnos como dos niños malcriados y enfrentemos la situación como personas adultas y maduras. Hemos sido unos cobardes y la falta de valor se paga caro en la vida. Tampoco es momento de recriminaciones mutuas, por lo menos nada más lejos de mi intención. Te he querido y te quiero demasiado para ello. Si yo pudiera regresar, aunque tuviera que ir a una cárcel a pagar el delito de haberme ido clandestinamente de Cuba, lo haría. No valoro siguiera la posibilidad de que tú quieras venir, pues sé que tus ideales y principios revolucionarios no te lo permitirían, pero si lo hicieras, aquí estaríamos tus hijos y yo dispuestos a quererte por siempre. Al menos ten la tranquilidad de que ellos sabrán de tus sueños. Tu Rita.

 

 



[2]   Siempre me pareció inverosímil que se dejara al azar el  encuentro de Gustavo   con Rita, y demasiada coincidencia que precisamente ese día, ella no hubiera llevado a sus hijos al Círculo, no fuera a trabajar y permaneciera en la casa. Al leer este informe, me convenzo de que tuvo que haber una  comunicación previa de los familiares en el extranjero con Rita, que se le consultó de antemano su salida del país, y que ella estuvo de acuerdo. El periódico Granma y la revista  URSS a los que se hace referencia, posiblemente fueran parte de la contraseña para la identificación del personaje que llegaría a buscarla

[3] Esta carta permaneció cerrada durante veintiún años. A finales de 1996, cuando escribía la novela, Camilo Alberto, que la había guardado todo ese tiempo, me la entregó y me autorizó para abrirla, leerla y publicarla.

 

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